Restricciones fasciales

El tejido fascial hasta hace poco era el gran olvidado en todos los tratamientos. Gracias a D. Andre Pilat, los tratamientos fasciales han evolucionado y se han integrado en el enfoque global del caballo.
Debemos imaginarnos el tejido fascial como una gran malla tridimensional en el que se encuentran los músculos, ligamentos, tendones, vísceras y sistema nervioso y es indivisible. Esto quiere decir que una lesión en cualquiera de estas estructuras afecta inevitablemente al resto.
Lo que nos obliga al tratamiento desde la globalidad del animal, ya que un tratamiento local no logrará equilibrar el sistema fascial del caballo y a medio plazo pueden aparecer posibles compensaciones en regiones distales a la zona de lesión.
Aunque la fascia se encuentra en todo el cuerpo, hay zonas que por motivos de biomecánica poseen mayor densidad de este tejido fascial y son las que más sintomatología pueden presentar. Estas zonas son:

  • Fascia precervical
  • Fascia toracolumbar
  • Fascia glútea
  • Fascia escapular
  • Fascia abdominal

Hay muchas circunstancias que pueden generar una restricción fascial: cicatrices, zonas con acumulación de grasa, inflamaciones, traumatismos,….
El tratamiento fascial debe incluirse de manera obiligatoria en todos los tratamientos de fisioterapia con el fin de asegurarnos la libertad de movimiento de los tejidos.