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Arnés, collar y correa: La guía definitiva para dar un paseo saludable con tu perro.

El ejercicio rutinario es imprescindible para mantener el correcto desarrollo físico y mental de nuestro can.

Entre los beneficios que el paseo diario aporta a nuestro perro, añadido al de realizar sus necesidades de eliminación fuera de casa, están:

  • mantener una musculatura fuerte y la flexibilidad de las articulaciones,
  • aumentar la estimulación sensorial,
  • fomentar un carácter alegre y amigable,
  • evitar el aburrimiento y por tanto disminuir la irritabilidad,
  • quemar el exceso de energía para evitar comportamientos indeseables,
  • socializar con otras personas y perros,
  • afianzar nuestro vínculo.

Pero para que estas salidas sean placenteras y seguras, debemos contar con el equipamiento correcto, es decir, el collar o el arnés y la correa adecuada.

En el mercado existen multitud de modelos de todas las formas, tamaños y colores imaginables.

Entonces, ¿cómo sabemos cuál es el que necesita nuestro perro?

A la hora de escoger uno, es importante conocer los pros y los contras de todas las opciones comercializadas y elegir la que mejor se ajuste a las características de nuestro animal.

¿Arnés o collar? ¿Cuál es la opción más aconsejable?

Con los conocimientos que manejamos hoy en día, esta cuestión es fácil de responder.
Sin lugar a dudas: el arnés.

Cada vez son más los veterinarios y etólogos que recomiendan el uso del arnés en contra del collar, tan utilizado años atrás por la inercia de su uso y también por la falta de información sobre los perjuicios que estos pueden causar en nuestros perros.

El motivo principal para elegir utilizar un collar frente a un arnés normalmente, es la falsa creencia de que se ejerce un control mayor sobre el perro a la hora de pasear.

Pero sabemos que esto no es del todo cierto.

Cuando un perro tira de la correa y percibe dolor, en principio va a intentar tirar menos para que este desaparezca pero, al irse acostumbrando al estímulo doloroso irá poco a poco tirando con más fuerza. Es decir, al no ser un comportamiento aprendido sino una búsqueda por inhibir un daño, al adaptarse a la sensación dolorosa, la conducta reaparece.

En canes con muy buen comportamiento que nunca tiran de la correa o de pelo larguísimo en los que un arnés causa indeseables tirones, su uso podría ser adecuado pero, en la gran mayoría de los casos utilizar un collar ocasionará daños importantes en nuestro perro como veremos más adelante.

La mejor opción para conseguir un perro sano y equilibrado que disfrute de su paseo diario mientras olfatea, explora y disfruta de forma cómoda, relajada y segura de todos los estímulos que se le presentan, es el arnés.

Tipos de collares para perro.

Si sigues pensando que tu mejor opción es adquirir un collar para pasear a tu perro o bien lo necesitas para darle otra función, debes conocer los distintos modelos que existen a la venta para elegir el más apropiado para tu cánido y tu propósito.

1 Collares ordinarios

Collar Estándar

Es el collar de uso común para pasear a los perros. Puede ser de cuero, tela o nylon con un cierre de hebilla metálica o plástica y con una argolla que permite enganchar la correa. La medida adecuada sería aquella en la que puedes meter la mano con holgura. No debe quedar ni demasiado apretado, ya que podría ahogar al animal, ni demasiado flojo ya que se lo puede quitar y escaparse.

Collar Martingale

Es un collar que consta de una pieza corrediza que se desliza sobre sí misma y que aprieta ligeramente el cuello cuando el perro tira, para que deje de hacerlo. Se suelen emplear en perros de cabeza fina con tendencia y facilidad al escapismo como los galgos.

Collar de cabeza (Halti)

Parecido a las bridas que se usan con los caballos o a un bozal. Se coloca alrededor del hocico y cuando el perro tira, hace que la cabeza se incline hacia nosotros y que se cierre levemente su boca. Se emplea en perros enérgicos que saltan y tiran mucho. La correa se engancha en la argolla situada bajo el hocico.

Collares de adiestramiento (o más bien, de castigo)

Se basan en producir incomodidad o malestar físico al perro para que relacione ese estímulo con lo que no debe hacer.

Este tipo de collares provocan daños físicos y emocionales en los animales y además no consiguen corregir comportamientos negativos, solo los reprimen.

Collar de ahorque y semi-ahorque

Consisten en eslabones metálicos que aprietan el cuello del perro cuando queremos controlarlo. Los adiestradores lo emplean con frecuencia dando tirones cortos y rápidos para corregir determinadas acciones.Ya que no se puede controlar cuánto se tensa la cadena, su uso implica un riesgo alto de estrangulamiento y muerte.

Collar de púas

Su diseño es similar al collar Martingale pero está hecho de eslabones metálicos que presentan púas de punta redondeada en sus extremos y tienen diferentes tamaños según el tamaño del perro. Cuando el perro tira, se le clavan los eslabones con la intención de que comprenda que para detener el dolor debe dejar de tirar de la correa. Se utiliza en el adiestramiento de perros muy fuertes y de gran temperamento.

Collares especiales

Collares Antiladridos

  • Collar de Shock: cuando el perro comienza a ladrar, recibe una pequeña descarga eléctrica para que cese el ladrido.
  • Collar ultrasónico: cuando el perro empieza a ladrar, el collar emite un sonido muy molesto a una frecuencia que solo el perro puede escuchar para que pare de ladrar.
  • Collar de spray o aerosol: el collar se activa cuando el perro ladra y emite un aerosol de citronela o aire que le distrae y disuade al perro de seguir ladrando. Puede activarse con el ladrido de otros perros por lo que no se aconseja utilizarlos en compañía de otros canes.

Ninguno de estos collares ataja la raíz del problema ni resuelve la causa del ladrido que puede tener diferentes orígenes: miedo, estrés, comportamiento territorial, etc.

Collares antiparasitarios

Están impregnados de productos químicos que tienen acción antiparasitaria y protegen al perro de pulgas, garrapatas y otros parásitos. Cada marca ofrece una duración (entre 3 y 6 meses) y deben reemplazarse según las indicaciones del fabricante.

Collares de vibración

Utilizados frecuentemente en perros con discapacidad auditiva que no pueden escuchar bien la voz de su dueño y vibran cuando se quiere llamar su atención (son vibraciones, no descargas eléctricas).

Collares Isabelinos

Son conos de plástico o tela que evitan que el perro se lama, rasque o se le infecten las heridas mientras se le curan. Deben permitir su alimentación e hidratación sin dificultad.

Estos son todos los collares para perro que existen a la venta. Valora cuál es el que mejor se adapta a tus necesidades y si tienes dudas, pídele su puedes pedirnos opinión. Recuerda que un dispositivo inapropiado puede causar daños importantes en tu can como explicamos a continuación.

¿Qué lesiones pueden producir un collar inadecuado en nuestro perro?

El cuello del perro es una zona delicada en la que se concentran muchas estructuras anatómicas: glándulas, vasos sanguíneos, nervios, músculos, etc. y la presión que un collar puede ejercer sobre dichas estructuras puede dañarlas gravemente.

Un collar alrededor del cuello de un perro que tira constantemente durante su paseo, puede ocasionar:

  • daños en la piel, pérdida de pelo, hematomas, irritación, heridas…
  • contracturas musculares,
  • dolor en la zona y contusiones,
  • pinzamientos en la médula espinal que causen afectación neurológica,
  • alteraciones del riego por presión sobre los vasos sanguíneos,
  • problemas respiratorios como tos crónica, por bloqueo de la tráquea,
  • atragantamiento al presionar la laringe y el esófago,
  • aceleración en la degeneración de vértebras y discos intervertebrales que causen osteoartritis de columna y hernias discales,
  • daños mecánicos en el timo que ocasionen una disminución del recuento de linfocitos T,
  • daños en el nervio óptico al aumentar la presión intraocular.

Todos estos trastornos ocasionan un dolor físico que puede derivar además en problemas de comportamiento y alteraciones psicológicas que generan sentimientos de desconfianza, miedo, reactividad e indefensión en nuestro animal.

Tipos de arneses para perros

El arnés es la opción más recomendable para pasear a nuestros perros por razones de salud y comportamiento. Es obligada para razas miniatura o perros con problemas respiratorios por cría selectiva.

Al igual que sucede con los collares, la oferta en el mercado es muy variada. Para elegir el que más le conviene a nuestro perro tendremos en cuenta distintos factores:

  • estén hechos de materiales resistentes, de calidad, suaves, transpirables y delicados con su piel,
  • presenten cierres seguros,
  • requieran la mínima manipulación posible,
  • no comprometan su libre movimiento,
  • se ajusten bien y correspondan a su tamaño,
  • tengan la anilla en la parte superior por detrás de sus articulaciones delanteras.

Arneses para perros

ARNÉS EN Y (y en H)

Muy accesible ya que están a la venta en cualquier tienda de mascotas. Consiste en unas tiras de nylon o cuero que rodean las patas y el pecho y tienen el cierre sobre la zona de las costillas. Presentan una argolla para la correa a la altura de los omóplatos. Es fácil de colocar ya que no requiere de mucha manipulación.

Arnés antitirones

Están muy de moda desde hace unos años. Formados por dos o tres tiras de nylon horizontales sobre el pecho del perro que se cierran rodeando el torso con una argolla para enganchar la correa en el centro del pecho, por delante, aunque a veces incluye otra en la espalda. Cuando el perro da un tirón, se desvía la fuerza hacia uno de los dos lados del can Ayuda al perro a aprender a no tirar y se emplea frecuentemente en cachorros siempre durante un periodo corto de tiempo.

Antitirones- Martingale

Tiene el mismo diseño que el arnés antitirones pero con una tira extra que cruza el pecho y se aprieta cada vez que el perro da un tirón.

Juluis K9

Presenta el mismo diseño que el arnés en Y pero con mayor superficie de cubrimiento del perro en la espalda y los laterales, con el cierre bajo la barriga. La correa se engancha mediante una argolla en la espalda. Optimiza la distribución de la carga y la tensión en el tórax. Es apropiado para perros de trabajo.

Arnés de seguridad o de tres puntos

Es parecido al arnés tipo Y pero añade una tira que se cierra en la cintura del perro que impide que se escape. Son bastante recientes y se suelen utilizar con perros lebreles.

Arnés noruego

Presenta una correa alrededor del pecho que se une a una segunda correa en el tronco, con el cierre situado detrás de las patas delanteras del perro. Es fácil de poner y quitar y ofrece una óptima sujeción para perros con tendencias escapistas.

Vistos los distintos tipos de arneses entre los que podemos elegir, nos asalta la duda de si este tipo de dispositivos pueden ocasionar problemas en la salud de nuestros perros.

¿Puede un arnés causar daños en mi perro?

Desgraciadamente la respuesta es sí, aunque normalmente no de la magnitud y severidad que los producidos por el collar ya que la presión que el perro ejerce al tirar de la correa no se concentra en una estructura tan delicada como es el cuello.

Para entender por qué un arnés puede ocasionar un daño en nuestro perro debemos conocer dos datos muy básicos sobre cómo andan los perros.

  • para que las patas delanteras se muevan, necesitan que los músculos y los huesos de las extremidades delanteras lo hagan con libertad a la altura de las escápulas.
  • para obtener un movimiento armónico, las patas traseras deben estar equilibradas con las delanteras.

Si entendemos esto comprenderemos que un buen arnés será el que deje la zona de las escápulas libres para no condicionar el movimiento natural. Por ejemplo, el collar en forma de Y que rodea el cuello y las costillas repartiendo la tensión de la correa.

Si esto no sucede se producirán contracturas, distensiones, dislocaciones, dolores y otras lesiones.

Otro punto que hay que evitar (que también sucedía con los collares), es la afectación de la tráquea y el daño de la sobreposición de la lengua. Por ello el arnés debe cubrir siempre el pecho y no la garganta.

Además nos fijaremos en que la correa del arnés que pasa por debajo de las costillas lo haga sin irritar de forma constante el miembro torácico ya que ahí debajo y muy superficiales, se localizan uniones neurológicas que de dañarse podrían tener un impacto muy negativo en nuestro perro.

Por último, un aspecto de gran importancia, es la situación del punto de unión a la correa. Debe estar siempre en la zona posterior (espalda) ya que si se sitúa en la zona anterior (pecho), cuando el perro tira, recibe una fuerza que lo empuja hacia un lado haciéndole cambiar su marcha hacia el lateral.

Esto implica que los perros apoyen menos peso sobre las extremidades delanteras alterando sus andares durante la marcha y produciendo un desequilibrio que la columna trata de compensar sobrecargando la musculatura del tren anterior lo que origina penosas consecuencias.

En resumen y a pesar de la gran variedad de arneses que se comercializan, los más seguros y los que mejor protegen la anatomía y mecánica del perro son los modelos en forma de Y o de H.

Ya conocemos los pros y los contras de los collares y arneses, los distintos tipos entre los que podemos elegir además de la importancia de escoger el correcto para evitarle problemas innecesarios a nuestros perros.

Le toca el turno a otro elemento fundamental para dar paseos saludables y apetecibles: la correa.

Correas para perros

La correa es una herramienta muy importante que nos garantiza la seguridad de nuestro perro pero, también es un elemento de comunicación y de educación que nos permite afianzar el vínculo de confianza con él.

Existe una correa perfecta para cada tándem perro-dueño y para acertar con ella tenemos que conocer muy bien a nuestro can y tener claro el objetivo que queremos conseguir con ella.

Hay varios factores que tenemos que considerar antes de elegir una u otra correa:

  • la morfología y el momento vital del perro,
  • el grosor de la correa según el tamaño del animal,
  • la longitud según el uso que le vayamos a dar,
  • el material con el que esté fabricada.

Tipos de correas

Correas convencionales

Son las típicas correas de paseo diario y educación básica. Tienen 1 o 2 metros de longitud, de recogida manual, fabricadas en nylon o cuero, con forma aplanada o redondeada, que permiten cierta libertad para explorar el entorno pero con un buen control.

Para perros de razas grandes buscaremos que sean robustas, anchas y de material resistente, que no se rompan si ejerce mucha fuerza y para perros de razas más pequeñas procuraremos que sean ligeras para evitar que les suponga un peso extra.

Correas multiposición

Pueden ser de 5,10,15 o 20 metros y sirven para dar espacio pero con seguridad. Constan de dos mosquetones para regular la longitud y se adaptan a las distintas etapas de la instrucción en el caso de utilizarse para realizar ejercicios de adiestramiento. También sirven para pasear e incluso para hacer deporte ajustándolas alrededor del cuerpo.

Correas extensibles (flexi)

Pueden tener distintas longitudes 3, 5, 8 metros. Tienen un mango de plástico ergonómico y dentro de él, la correa se va extendiendo o recogiendo a medida que el perro se acerca o se aleja. Este tipo de correas tiene muchos detractores ya que:

  • dan una falsa sensación de seguridad cuando la realidad es que con ellas se tiene muy poco control sobre el perro,
  • están en constante tensión por lo que el perro no aprende a caminar sin dar tirones,
  • es fácil que se escape de las manos y el perro quede en libertad.

Para perros de carácter dócil y de tamaño mediano o pequeño pueden ser una posibilidad a tener en cuenta.

Correas de ahogo

Comprende correa y collar unidos en un nudo. Cuando el perro tira, se ahoga. Están totalmente desaconsejadas y se consideran un elemento de tortura animal que ya están prohibidas en muchas ciudades españolas.

Ahora que conoces los tipos de correas que existen, te pueden surgir dudas sobre que es mejor, una correa corta o larga o qué características debe cumplir la correa que elijas en función de la raza de perro que tengas.

La respuesta a estas incógnitas debe ser individualizada.

Depende del momento vital en el que se encuentre tu perro (no es lo mismo un cachorro que un perro en su vejez, independientemente de su raza), de su carácter, del nivel de adiestramiento que has logrado con él y del propósito para el que vayas a utilizarla (paseos por ciudad, rutas en el bosque, etc).

Seguro que tu veterinario, etólogo o especialista canino estará encantado de aconsejarte cuál es la mejor opción para ti y tu perro dependiendo de estas variables.

Conclusión: Correas collares o arnés para mi perro.

Los perros deben explorar el medio que les rodea y realizar ejercicio físico a diario para mantenerse sanos. En este post te hemos querido mostrar todo lo que necesitas para que esa rutina diaria sea segura, confortable y apetecible para ti y tu perro.

Cuando te asalten dudas sobre si has elegido las opciones correctas, no tienes nada más que observar a tu perro. Si asocia el paseo con una experiencia agradable que le resulta placentera, deseará salir a la calle, se mostrará nervioso pero jovial.

Si por el contrario le notas reacio a que le coloques el collar o el arnés, se pone tenso cuando intuye la hora del paseo o incluso recurre a la agresividad para quedarse en casa, debes plantearte que igual no escogiste la mejor opción y le está causando algún daño. En este caso recurre a tu especialista y juntos encontraréis seguro la solución.

Si piensas que podemos ayudarte de alguna manera, no dudes en contactar con nosotros o dejarnos un comentario. Estaremos encantados de responderte.

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