Como tutora de dos perros y tres gatos que soy, sé que antes o después me enfrentaré a ese temido momento en el que me tenga que despedir de alguno de mis compañeros.
Me inquieta pensar si sabré tomar la decisión a tiempo para que vivan con calidad de vida o si no seré capaz de dejarles marchar alargando su malestar sólo por tenerles un tiempo más conmigo.
Creo que hasta que no llegue el momento ningún dueño o tutor sabe cómo reaccionará, ya que son muchas las emociones y los sentimientos después de tantos años de convivencia.
Lo que creo que sí es necesario es saber en qué consiste todo el procedimiento y de eso vamos a hablar en este artículo.
Índice contenidos
¿Qué es la eutanasia?
La eutanasia es el procedimiento veterinario que implica la muerte de un perro con una enfermedad incurable que merma significativamente su calidad de vida. Hay dos factores a tener en cuenta:
- Que el diagnóstico de la enfermedad sea claro y sin alternativas clínicas.
- Debe ser un procedimiento indoloro y lo menos angustiante para el animal, gracias a las técnicas veterinarias más avanzadas disponibles.
Sin embargo, eutanasia y sacrificio No son lo mismo. Entre ellas existe gran diferencia aunque tendemos a usarlas por igual.
Hablamos de sacrificio, y no eutanasia, cuando se induce la muerte de un animal sano (o con una enfermedad tratable o indeterminada).
¿Qué es la calidad de vida?
La calidad de vida en nuestros perros o gatos describe el bienestar físico y mental general del animal, se valora el grado de dolor, la movilidad, el apetito, la continencia y la felicidad entre otros factores.
Decidir el momento de la eutanasia requiere una consideración global y profunda por parte del propietario respecto a la calidad de vida que tiene su compañer@.
¿Qué dicen los últimos estudios sobre la eutanasia?
Los estudios realizados en Reino Unido muestran que para la gran mayoría de los dueños de perros, les corresponde a ellos y a su veterinario tomar esta decisión difícil. Solo el 8,5% de las muertes fueron sin ayuda veterinaria, mientras que el 91,5% de las muertes involucraron eutanasia.
Estos mismos estudios mostraron que ciertos tipos de enfermedades y afecciones tenían más probabilidades de conducir a la muerte por eutanasia. Las situaciones que tienen más probabilidades de conducir a la eutanasia son el trastorno de la médula espinal y la inapetencia, así como la mala calidad de vida y el comportamiento indeseable.
¿Cómo es la eutanasia?
El ser conocedores de cómo se practica la eutanasia a perros y gatos es un alivio para los dueños antes de tomar la decisión y durante el mismo proceso.
La mayoría de los veterinarios proporcionan un sedante suave antes de la eutanasia; para relajar al animal y reducir el dolor si lo padece.
El medicamento para la eutanasia que usan la mayoría de los veterinarios es pentobarbital. Este barbitúrico tiene otros muchos usos pero en grandes dosis logrará que el perro pierda la consciencia. Normalmente se administra por vía venosa, con un catéter, para que su efecto sea más rápido.
Este medicamento no solo logra que quede inconsciente y deje de padecer dolor, sino que además provoca la parada cardiovascular y respiratoria. En pocos minutos, su corazón y sus pulmones dejan de funcionar.
Como el animal esta inconsciente no sufren dolor ni agonía en esos momentos, pero sí pueden sentirse confundidos si están solos.
Cuando fallece, los ojos suelen permanecer abiertos. Y al haber una relajación muscular completa, es normal que el gato o perro orine o defeque. Todo esto debe ser advertido a la familia por parte del veterinario, forma parte del proceso.
Es sorprendente que el 90% de los dueños no quiere estar presente en estos momentos y son muchas las mascotas que mueren rodeadas de extraños.
Acompañamiento durante la eutanasia
Es fundamental que nuestro perro o gato se sienta acompañado en sus últimos momentos. Aunque no sienta dolor ni sufrimiento cuando se le pone la inyección, hay que tener en cuenta que se encuentra en un lugar extraño, con olores poco familiares, donde muchos animales se sienten nerviosos.
La compañía de su dueño le tranquiliza y aplaca sus temores. Aunque el animal no es consciente de lo que está pasando puede tener miedo a que le hagan daño y buscan el apoyo y los rostros de sus seres queridos. Es recomendable acompañar al perro en sus últimos momentos y hasta el final del proceso para que no se sienta solo.
Es importante decir adiós a nuestro compañer@ y estar con él en esos momentos transmitiéndole tranquilidad y amor. De esta forma, el duelo es más fácil de superar. Será muy reconfortante que los dueños sepan de primera mano que su amigo no sufrió al morir, sino que se durmió con tranquilidad.
La muerte forma parte de la vida y esta fase es el final de una convivencia de muchos años en la que debemos estar presentes agradeciéndoles su compañía y ayudándoles a dejar de sufrir y que se vaya con dignidad y paz.
Si alguna cosa les debemos, es estar a su lado en esta última de sus últimas etapas