Muchos de vosotros nos escribís preguntándonos como saber si el perro tiene dolor. Es verdad que hay perros que se quejan rápidamente pero por otro lado hay otros perros que no muestran su dolor o que su umbral de dolor es muy alto.
Mediante la observación podemos llegar a reconocer signos y gestos que pueden ser identificativos de la presencia de dolor. Por eso es importante conocer a nuestros perros y gatos para poder identificar cualquier cambio en su comportamiento, en su manera de moverse o en su estado de animo.
Síntomas de dolor en mi perro:
Lamido continuo:
El exceso de lamido puede indicar que el perro está dolorido. El lamido continuo produce analgesia local y calma el dolor de la zona además de limpiar y curar una herida, que puede ser externa o interna. El problema es que muchas veces de tanto lamer una zona terminan irritando la piel y generando una herida.
Sueño inquieto:
Hablamos de alteraciones del sueño, que pueden ser: inquietud, lloros, ladrido, continuos cambios de postura o inmovilidad prolongada. También pueden pasar más horas diurnas tumbadas y rechazar el moverse e incluso que lo intentes mover.
Hábitos Alimenticios:
Muchos perros ante la presencia de dolor reducen la ingesta de comida o seleccionan la comida que toman. En ocasiones es solo hecho de desplazarse a la zona donde está el comedero puede ser muy doloroso.
Aumento de frecuencia respiratoria:
Ante un brote de dolor o en perros con dolor crónico podemos observar una respiración agitada, eso conlleva un aumento de la frecuencia respiratoria (jadeo) y una respiración superficial.
Cambio de comportamiento:
Perros que normalmente son activos reducen sus movimientos a los estrictamente necesarios o rechazan subir o bajar escaleras. En ocasiones dejan de subirse al sillón e incluso pueden rechazar las caricias en ciertas zonas donde este contacto pueda aumentar su sensación de dolor.
Cambios sociales:
El dolor puede alterar el comportamiento social de nuestros perros y gatos, en ocasiones prefieren aislarse para sentirse más protegidos, evitan el contacto con nosotros y con otros animales, a veces pueden desarrollar cierto grado de agresividad para evitar ser tocados.
Temblor:
El temblor suele estar relacionado con dolor intenso visceral o dolor crónico que genera debilidad y fatiga.
Estos signos, gestos y cambios que hemos mencionado pueden estar relacionados con la presencia de dolor, pero pueden tener otros orígenes muy diferentes. Por eso es importante aprender a identificar estos cambios en nuestras compañeros y llevarles al veterinario para hacer un correcto diagnóstico y poder tratarlo de la manera más efectiva.
¿Qué darle a mi perro si tiene dolor?
NADA. No podemos darles cualquier medicamento sin saber cual es el origen de ese dolor. El dolor es siempre una señal de alarma de que hay algo que no está funcionando bien pero los motivos y los mecanismos responsables pueden ser muy variados. Por eso es importante que sea el veterinario quien haga un diagnostico y en función de eso le de la medicación más adecuada en cada caso.
En el caso de dolores articulares o locales por traumatismos o golpes, generalmente es recomendable la aplicación de crioterapia (frio local). Se puede poner con una bolsa de hielos o un cold pack, siempre envueltos en un trapo para que no estén en contacto directo con la piel (riesgo de quemadurta). El tiempo recomendado es de 10 minutos. En casos agudos se puede poner cada 2 horas y distanciaremos las puestas de frio según vaya mejorando y bajando la inflamación del traumatismo.
En el caso de perros mayores con degeneración de las articulaciones (artrosis), generalmente se recomienda la aplicación de calor, ya sea con manta electrica o sacos de semillas. El calor debe ser una temperatura agradable y lo pondremos 10 minutos. No por poner un calor más intenso o mayor tiempo de aplicación vamos a conseguir mayores beneficios, de hecho a veces el calor muy intenso o mantenido mucho en el tiempo puede producir irritación local de la zona o quemaduras.